domingo

Gualeguaychú II

El show tenìa aires de cafè conserve y eso me gustò muchìsimo, a pesar de haber empezado una hora y media màs tarde y de no tener nada de dinero como para tomar algo. Esas dos cosas me tenìan suseptible y de muy mal humor, por suerte La Peque (la excelentìsima transformista principal) levantò el lugar en seguida con una presencia arrasadora que me aliviò gran parte de la noche. Una vez que el espectàculo terminò las mesas y las sillas desaparecieron (al ritmo de una cumbia berreta y vieja que apenas pude bailar) y todo el lugar se convirtiò en boliche. Habìa muy poca gente joven y las diferencias sexuales finalmente se hicieron visibles. Se creò una atmòsfera rarìsima, medio de tabù y de represiòn, todos se buscaron con la mirada en la oscuridad pero ninguno se atreviò (hasta recièn bien entrada la noche) a ir màs allà de un pequeño cruce de miradas desbordadas de deseo y de seducciòn. Finalmente las parejas de hombres aparecieron y se exparcieron ràpidamente por los sillones y por todos los pequeños rincones oscuros imaginables. Todos de la mano. Todos abrazados. Todos disfrutando de esos pequeños momentos como el ùnico respiro de libertad verdadera que habìan tenido, quizàs, en toda la semana. Liberados y felices. Y aùn cuando podìa haberme contagiado de esa felicidad ajena lo ùnico que hice fue sentirme solo y miserable...y tener miedo de perder tanto tiempo y llegar a un lugar como ese en diez años y seguir como ahora, enfermo de tantas cosas pero sobre todo de soledad. Y por mi culpa, por mi exclusiva culpa. Deseè con todas las fuerzas dejar de estar solo, dejar de ser como soy (què pedìs cuando rezàs?) me hice preguntas, me cuestionè y mirè el cielo nublado y hermoso moverse encima mìo para pedirle respuestas y ayuda. No puedo dejar de pensar en lo mismo una y otra vez, siento el tiempo correr y me parece que las cosas se me van de las manos tan ràpido que no logro sostener nada. Escucho el reloj marcar el tiempo y adentro mìo sè que estoy perdiendo. No quiero tener cuarenta años y tener que ir a un boliche repleto de gente a buscar algo que capaz ni me merezco, una compañìa fugaz en algùn rincòn mugroso. El micro nos trajo de vuelta a Buenos Aires y apenas lleguè fuì al baño de la estaciòn de Retiro. Los mijitorios estaban casi todos ocupados por hombres que se miraban, entrè, me atè las zapatillas con disimulo, dì media vuelta y me volvì a ir.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ASI NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO...

No recordas nada

La Peque NO!
LA BRACHOOOOOO!!!
seeeeeeeee

VAMOS QUIERO MAS PUTERIO!!!

AAAAAHHHH QUIERO VOLVER A VERLA.
es genial xD

Mira jajajaja :P

http://www.youtube.com/watch?v=GcK_qqMjA9U

que manera de reírme xD


y deja de tener miedo, quizás ahora puedas ver las cosas diferentes (?) a no dejar pasar mas tiempo... y mira yo soy mas grande q vos (por meses) y mejor no digo nada mas, xq me vas a hacer llorar y no quiero, quiero seguir riéndome como lo hice todo el finde... creo q nunca me reí tanto (este año, ya q recién lo empezamos) es lindo comenzar el año riéndote así, y con alguien como vos, que me hace masajes como nadie. =D


Te Amo!

Anónimo dijo...

niño

ud es un niño

(un cubanito acaso?)

beso

Niklas Gucci dijo...

Muchas penas... pero sonrisas las tapan
=)

Anónimo dijo...

NO ME VAS A CREER, PERO HACE MMMM DEJAME PENSAR, ALREDEDOR DE TRES AÑOS, ME FUI A GUALEGUAY Y EN EL CAMPING CONOCI A UN GRUPO DE CHICOS QUE ERAN DE ALLA Y NOS LLEVARON A CONOCER ESE LUGAR Y A LA BRACHO!! ME MORI DE LA RISA MAL! FUE INCREIBLE!!
SOS DE CUBA, O SOLO VIVISTE ALLA??

BESOTES (L)