Me cuesta mucho no hacer las mismas preguntas de siempre, no cuestionarle a la vida lo mismo una y otra vez, pero dormir 24 horas de corrido no parece solucionar las cosas y no sé qué más hacer para no pensar en lo que ya está perdido o en lo que no tiene solución sin entrar en en el mismo círculo otra vez. Hace años que nada es lo suficientemente bueno y es estúpido seguir preguntándose por qué, uno ya conoce el problema, nadie dijo que vivir iba a ser fácil ni que las cosas iban a salir de la mejor manera, pero a medida que pasa el tiempo todos esos cuestionamientos se van resumiendo en una sola, simple y única pregunta mucha más sintética: Hasta cuándo? Uno vive esperando y al final del día perece que eso es lo único que hacemos, esperar por cosas, desear ver algún que otro deseo hecho realidad, un sueño al azar, algo pequeño que nos dé un propósito y nos renueve un poco las ganas de avanzar y de levantarse con una sonrisa en el medio de la cara. Acabo de obligarme a mirar dos películas, dos comedias de enredos (por cierto, no soporto las comedias) y de clichés humorísticos y, muy al contrario de lo que esperaba, lo único que lograron fue dejarme un sabor amargo en la boca y unas ganas terribles de pegarme un tiro deseando reencarnar en un personaje de ficción digno de una comedia romántica, el sufrimiento justo, una lagrimita a tiempo y finalmente el premio a tales adversidades: el amor, una vida asquerosamente llena de cursilería romántica y un vivieron felices para siempre comiendo perdices. Uno a veces pide tanto y a veces tan poco...dónde está mi premio a tanta mierda, por que se demora tanto en llegar y por qué la espera parece hacerse cada día un poquito más larga y más insoportable? Una mirada inesperada, un beso y un deseo inquebrantable de abrazar. Dónde estás?