20 veces escribo y 20 veces lo borro todo. Me levanto y trato de hacer cualquier cosa en la cocina pero vuelvo enseguida y te busco en verde, me aseguro de que estás conectado, miro algunas fotos y tomo un poco de té. Cómo explicarte que no tengo palabras cuando quiero hablar de vos, Lazzarino?! Lo siento TODO pero es un TODO tan grande que no me cabe en nada, ni en palabras ni en pensamientos, ni en canciones ni en regalos. De verdad quiero escribir porque quiero que lo que leas venga de mí, que lo leas y sepas que es mío y que me pertenece, pero no tengo nada para darte que no te haya dado en estos últimos días, no tengo más escudos ni muros que derrumbar para dejarte entrar. Quiero que entrés y quiero que te quedés...quiero que estés. Antes te extrañaba porque no te veía y ahora que te veo te extraño el doble, qué justicia se supone que sea esa? Qué tengo que pensar? Te quiero con un cariño que la mayor parte del tiempo amenaza con cruzar los límites, como todo entre nosotros desde que nos conocemos, siempre rompiendo reglas, siempre un poco más hondo, un paso más cerca nuestro y más lejos de todos los demás. Lo sabés todo y la verdad es que sea lo que sea que escriba ahora acá terminaría siendo redundante e innecesario. Te quiero. Porque la mitad de mis pensamientos te pertenecen...y porque en la otra mitad inevitablemente también estás.