jueves

Me anoté 2 años de preguntas en la memoria y lo esperé en la esquina, ansioso y tan lleno de perfume que ni yo me soportaba. Llegó tarde, con cara de mil perdones y una sonrisa horrible, durísima y superpuesta que no le coincidía con ningún otro de los gestos que traía, ni con las manos transpiradas ni con la frente pálida. Y estaba igual. Igual! Pero igual peor, igual de agrandado y de mentiroso, igual de hermoso cuando se ríe o cuando los ojos se le ponen tan chiquitos que uno cree que le van a desaparecer. Habló de él y de mí cuando éramos nosotros y de todo lo que se acuerda de esos tiempos y volvió a poner cara de mil perdones y yo se los acepté todos con sonrisas amables y miradas condescendientes de pasado pisado y quedate tranquilo, si, sin rencores y dale, todo bien. Y si hubiese podido juro que hubiese salido corriendo de ese café horrible que olía a viejo y a cosas que nunca más y que ya fué. Le pedí que me alcanzara en el auto hasta el centro y me dijo "hasta dónde siempre?" y se rió y yo también me reí. Para lo único que abrimos la boca fue para cantar y la calle Corrientes se me hizo eterna de una manera insoportable y la gente y los autos y los bocinazos y todas esas luces ladrándome en la cara, haciéndome doler la panza con una ganas terribles de vomitar. El auto se hizo humo en la avenida y se me borraron todas las lágrimas que alguna vez sentí que le debía, todos los recuerdos y todas las veces que imaginé verlo otra vez. Me hundí en el colectivo, me senté al fondo de todo y con los ojos cerrados me fuí a la nieve a darle un beso de buenas noches en la frente al niño que duerme a lo lejos y que (sigo creyendo) sueña lo mismo que yo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"(...)

Comenzar otra vez, de lo absurdo a lo incierto.

Y mil voces te piden volver.

Hay tantas cosas que quedan por hacer.

Para ser feliz solo debes entender
que eres parte del dolor.

Todo el tiempo que perdí,
maldiciendo las horas,
cada cosa quiere ser en su ser,
y hay tantas cosas, que nos quedan por hacer.

Para ser feliz solo debes entender
que eres parte del dolor.

Y cuando despertamos tristes
solo debes entender,
que el remedio es el amor...

Cuanto hay de cambio...

Solo debes entender
que el remedio es el amor."




La escuché y me acordé de vos =)



GA.

Germanico dijo...

Siempre me ha maravillado de este blog el modo en que están expresadas las cosas. Hay una magia en tus escritos, una magia que trasciende sin filtros.

Aunque quiza uno quiera trazar una cronología exacta, estos testimonios -incluso siendo atemporals- pueden encajar perfectamente en la vida de cualquier de quienes te leen y decir: "algo así me ha pasado", y revivirlo en tu relato.

Saludos

Anónimo dijo...

agudo

porque me hacés poner pantalones que no quiero

y vestir ropa ajena es incómodo

aunque de vez en cuando

es muy pedagógico

(seguro sueñan)

beso

Micha Onni dijo...

Ay, te puedo recomendar que leas Dani Umpi? Sólo te quiero como Amigo, sobre todo! Escribís muy lindo, ya sé que 'lindo' es una palabra muy gastada, pero lo digo desde lo más puro y sincero que se pueda :)

Micha Onni dijo...

Y gracias por darme el pié para hacerle algún mimo a mi niña interna, a veces nos olvidamos, pero yo creo que ella me da las fuerzas apra todo loq ue hago ahora, y no debería dejarme estar(L)