jueves

La gente te jode y cree que pedir perdón soluciona las cosas como por arte de magia, como si sólo pedir perdón lo rearmara todo y los liberara de la culpa. "Bueno ya está, perdón, no quise, ya está, no la sigamos". Y te quedás como un tarado, herido, imposibilitado hasta de defenderte frente a alguien que te pone cara de perro mojado y te pide perdón. Discutir para defenderte sería como tirar dardos sobre una gelatina. Y en realidad en esa suavidad, en esa manera de lavarse las manos, hay mucha más violencia de la que hay en lo que te hicieron primero.

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