martes

Quiero echarle la culpa a algo, a la ceguera de vos, a la inasibilidad de estos días, al calor que lo hace todo más espeso, como meterse entero en la miel o la sangre que tarda demasiadas muertes en oxigenar el corazón. Llevar a la perra a dar una vuelta y quedarme en silencio mirándolo todo. Todas esas luces y los sonidos y las decenas de conversaciones que tiene la gente en la calle, en las puertas de los almacenes y de las verdulerías, dentro de sus autos, en el tren que pasa sin hacer ruido. Todo parece girar como por accidente alrededor mío. Me miro las manos. Qué tengo? Me detengo una vida entera en la pregunta. Qué quiere la vida de mí? Y para qué y hasta cuándo. Nada tiene sentido. Cómo funciona la naturaleza de lo cotidiano? Qué proceso interno tiene un árbol que un día está lleno de flores y al día siguiente está vacío?


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