El trabajo y la perseverancia trae grandes recompensas.
Quisiera poder decírselo al Kenny de hace algunos años. Ojalá pudiera.
Dejá el laburo de mierda que tenés y hacé lo que te gusta.
En el camino aparece el cómo.
Le pido a Dios que me aplaste, que me rompa en pedacitos y que me deje volver a empezar.
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