lunes

El día está hermoso. Recién volvía a casa en el tren y no podía pensar en otra cosa. La puerta se había trabado y me pasé todo el viaje parado con la mitad del cuerpo fuera del vagón.
Me siento bien.
Lo siento en el aire que me daba hace un rato a toda velocidad en la cara. En todo este sol.
Vengo a escribir ésto para mí mismo, como un recordatorio de lo generosa que es la vida a veces. Y no lo siento de la misma manera todo el tiempo.
Por eso, Kenny, por favor..cuando estés mal vení acá y leéte.
Y aguantá carajo.
Porque si el premio es este día, entonces cualquier cosa habrá valido la pena.

Siempre.