miércoles

Apenas se enciende una luz una oscuridad mayor la engulle y desaparece.
No hay lamparitas de navidad que pueda contra la noche de tu boca, 
ni besos antes de dormirnos ni cuadros sobre la pared. 
Debe ser que finalmente, después de mucho capricho, hay que aceptar ciertas cosas
y recordar entonces, si no hay otra opción, 
el rayo de Julio y todo eso de los huesos.

Y yo que ni patio tengo.

Prefiero la casa sucia y una O chueca. 
Cuando vean una fachada perfecta, desconfíen.
Siempre hay un corazón soportando todo el peso del derrumbre adentro.

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