"..y me acuerdo de tu cara cuando me subia al colectivo y me saludabas desde abajo, y ahora me doy cuenta de la cara de enamorado que tenias".
El inconciente habla más fuerte de noche.
Como el eco del reproche.
No me olvido.
Le pido a Dios que me aplaste, que me rompa en pedacitos y que me deje volver a empezar.
1 comentario:
La noche juega con nuestro inconsciente.
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