viernes

Tengo que dejar de inventarle historias a la gente que viene a mi trabajo. Y de musicalizarles los mails que creo que les escriben a sus novios. Y tengo que dejar de boludear, en realidad.
Hoy un chico miraba fotos de otro chico acá re cerca, en la máquina dos. La gente no sabe que en el espejo que tienen a sus espaldas se refleja lo que miran. Y él miraba esas fotos. Y no era que pasaba rápido como sin importancia, en cada foto se detenía y se acercaba a la pantalla y si hubiese podido creo que se hubiese metido dentro del monitor. Puse la música más bonita que se me ocurrió y no pude no sonreirme cuando la tarareó.
Y si en un mundo paralelo ésto hubiese sido un capítulo de Glee nos hubiésemos parado y hubiésemos cantado a coro la canción. Y yo creo que me hubiese subido al mostrador. Y le hubiese dado un beso. Y bueno, le hubiese pateado la computadora con las fotos del que ya no importa quién.

1 comentario:

Facundo Umbral dijo...

Vivimos a veces en un musical imaginario... cuántas escenas de canto y baile colectivo con paraguas vivo en mi cabeza las tardes de lluvia!!!

Beso Kenny, qué lindo que estés escribiendo tanto! yo estoy medio trabado con el blog...